Visión Tecnológica ADEXUS View 30


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Upgrades Infinitos


 

Tengo en mi casa un computador personal que, como muchos de ustedes, he ido actualizando, cambiando procesadores, tarjetas de video, agregando más memoria, instalando discos duros más grandes y más rápidos, entre otros. En estos momentos voy en un procesador de 1 GHz.

Eduardo Krell, Gerente de Investigación de ADEXUS.


Recuerdo cuando tenía un Pentium de 166 MHz hace varios años y hacía básicamente lo mismo que hago hoy (navegar por Internet, preparación de documentos, leer el correo electrónico), pero no creo que pueda decir que hoy las cosas las hago 6 veces más rápido que entonces (que es la relación entre un procesador de 166 MHz y uno de 1 GHz).

¿A qué se debe que a pesar de tener procesadores y discos más rápidos y mucha más memoria RAM, no sintamos que nuestra productividad aumente en la misma proporción?. Algo de culpa tiene el que los sistemas operativos y las aplicaciones de hoy consumen muchos más recursos que los que había hace un par de años. Si bien las funciones de los sistemas operativos y las aplicaciones de oficina son básicamente las mismas, se le exige al sistema operativo soportar una cantidad increíble de dispositivos y tarjetas con una variedad de interfaces y protocolos de comunicación y detectar automáticamente el nuevo hardware agregado. Hay muchos sistemas operativos actuales que después de instalarse, ocupan más de 1 GB en el disco duro. Hace un par de años, un disco duro de 500 MB era más que suficiente para el sistema operativo y los archivos que uno quisiera guardar.

Si tratamos de comparar en detalle las aplicaciones de hoy con las aplicaciones equivalentes de hace un par de años, descubriremos que si bien básicamente hacen lo mismo, las aplicaciones de hoy son mucho más sofisticadas y eso las hace ocupar más recursos. Las aplicaciones de oficina de hoy manejan multimedia, permiten incluir objetos generados por aplicaciones de terceros y soportan agregados como la firma digital (para firmar digitalmente, por ejemplo, un documento).

Pero también han aparecido una serie de aplicaciones nuevas tales como firewalls personales, programas que detectan virus y ataques, programas de mensajería instantánea, programas para reproducir archivos con música en formato MP3, etc., que consumen muchos ciclos de CPU y demandan cada vez procesadores más rápidos y más memoria. Para qué hablar de los juegos gráficos en tres dimensiones (3D), que requieren procesadores gráficos dedicados y tarjetas de video que a veces cuestan tanto como el resto del PC.

Se podría creer que hay una especie de conspiración entre los fabricantes de hardware y los proveedores de sistemas operativos y aplicaciones para que los nuevos sistemas operativos y aplicaciones justifiquen tener que comprar la última tecnología, pero en realidad no es una conspiración, sino que a medida que la tecnología progresa y podemos tener procesadores más rápidos, más memoria, discos más grandes y más rápidos, mejores tarjetas de video, etc. (todo a precios razonables, por cierto), eso permite que las próximas generaciones de sistemas operativos, de aplicaciones y juegos sean más sofisticadas, puedan hacer más cosas que antes y que los juegos se vean mejor, sean más reales y tengan mejores efectos especiales.


 
Eduardo Krell
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